lunes, 21 de abril de 2014

Monstruos Dulces, Monstruos Bellos

  Bajé las escaleras corriendo, saltando los escalones de por medio. Él me perseguía, pisándome los pies. Corrí tan rápido como pude pero no lo suficiente. Me resbalé. Caí en un charco y me mojé la punta de los dedos. Qué frío estaba el suelo! Hacía días que llovía. Normalmente solía hacer sol o bochorno, pero no lluvia. Intenté levantarme y seguir huyendo, pero ahí estaba, sus ojos clavados en mí, bloqueándome el camino.
"Venga, levanta tonta".
Me tendió una mano. Sus dedos me agarraron con fuerza y tiraron de mi con delicadez, como si estuviese hecha de cristal.
"Por qué estás aquí? Déjame. Soy...un monstruo.. déjame!Vete! Vete y déjame!" las lágrimas comenzaron a derramarse por mis mejillas. Cerré los ojos.
Grasa, grasa, y más grasa, por todos lados. Gente empezó a aparecer de la nada. Sentía sus voces picoteándome los oídos, las orejas, mordiéndome los pies y las manos. Gorda. Fea. Inútil. No sirves para nada. Podía leerles la mente. Obesa. Sentí una apuñalada en el estómago. Se reían a carcajadas.
"Helen, mírame."
Abrí los ojos. Me temblaban las manos. Me las froté contra las mejillas y levanté la vista. Sus ojos brillaban con una luz potente, grande y fuerte. Una luz aún más brillante que la de las estrellas. Me agarró fuerte, su aliento barriendo mi frente con una suave brisa.
"Los insultos no son sólo insultos" me susurró.
"Son celos escondidos bajo la forma de insultos. Son rabia. Son odio. Son venganza."
Me acercó a él.
"No eres ningún monstruo" empezó a llover de nuevo.
"Yo..." su pulso se aceleró.
"Eres... dulce" sus labios rozaron mi cuello.
"Eres... bella" subieron hasta mis mejillas.
"Eres... inteligente" tocaron la punta de mi nariz.
"Y... tienen que ser dementes para no verlo" sus manos acariciaron mi pelo.
 Un "mmm..." se escapó de mi garganta.
"Qué?" se quedó quieto. Las gotas seguían cayendo sin descanso.
 Pasaron unos segundos.
"Te quiero" le dije deslizando mis manos por su cuello.
"Y yo... gruñona" respondió sonriendo.
Quise contestarle pero sus labios me lo impidieron.
Que se fueran las críticas a la mierda. Qué más daban. Le quiero.

2 comentarios:

  1. Andrea,

    Muy bien escrito, et muy interesante. Me encanta "celos escondidos bajo la forma de insultos." Tengo una pregunta: quien es el monstruo? Es un simbulo? Estoy curioso.

    Gracias por compartir!
    Mr. Korb

    ResponderEliminar
  2. Hahaha
    Hola Mr Korb,
    Ella se ve como un monstruo sin embargo no se da cuenta de que ella no tiene nada de monstruo. Ella sufre de depresión o algo parecido y necesita que la gente le recuerden lo buena que es para no hundirse. Suelo usar la palabra monstruo para representar el lado 'malo' de la sociedad de hoy en día.
    Muchas gracias por visitar mi blog :))
    Have a nice summer !!

    ResponderEliminar